Semillas que curan
Semillas que curan
„Im Zeichen des Schmetterlings“
Vor 25 Jahren hatte der Verein Ecolnet eine Kampagne unter diesem Motto gestartet. Geschnitzte Schmetterlinge aus Balsa-Holz begleiteten eine Spendenaktion, zum Bau eines Umweltzentrums im ecuadorianischen Regenwald.
Esperanza Martinez schreibt im folgenden Bericht über das, was heute in diesem Umweltzentrum geschieht. Über den Link www.clinicambiental.org gibt es beeindruckende Bilder zur Tätigkeit in dieser clinica ambiental.
Una casa, que se convirtió en un centro de monitoreo y terminó siendo la clínica ambiental.
Con la cooperación de amigos de Bolzano, hace más de 20 años, se construyó una casa en la Amazonía Norte del Ecuador. La casa se instaló el el Km 9 de la vía Quito Lago Agrio. En una zona muy afectada por operaciones petroleras. La idea era tener un centro de operaciones, un lugar para coordinaciones. Un lugar de encuentro.
Se construyó una casa de madera, con techos de paja y muchas plantas. Después de 20 años, a pesar de lo difícil de mantener infraestructuras de madera en la selva tropical, la casa sigue en pie y es cada vez más utilizada.
Inicialmente la llamamos Centro de Monitoreo Ambiental, por que la idea era documentar los impactos del petróleo en la zona, de allí pasamos intervenir con experiencias alternativas: intentar recuperar la soberanía alimentaria y energética. En la casa la sábanas se lavan en una bici lavadora, el molino, la licuadora, son también bicimáquinas; la cocina y los baños son ecológicos, los filtros de agua también.
Pero constatar las enfermedades y reconocer a los enfermos, abrió una puerta de nuevas acciones, y horizontes. Y es que la zona tiene los indicadores más graves de enfermedad como el cáncer que lo sufren sobre todo las mujeres
El Centro de Monitoreo pasó a ser una Clínica Ambiental.
La Clínica Ambiental se proyectó como un centro de pensamiento y de acción para sanar los suelos, el agua, la naturaleza y también los cuerpos. Un centro experimental para esparcir alternativas; un lugar desde donde impulsar que cada finca se convierta en un lugar demostrativo.
La Clínica Ambiental trabaja por la recuperación de los suelos con programas de permacultura, mantiene su propuesta de impulsar “alternativas alterativas”, pero ha asumido como tema cada vez más central la recuperación de la salud.
La relación de la contaminación con la enfermedad era clara, pero nadie sabía cuán grave era la incidencia del cáncer. En la actualidad la Clínica tiene el mejor registro de cáncer de las provincias de Sucumbíos y Orellana, y es un registro vivo, hecho con visitas a las casas, con invitación a diferentes programas a las familias de los enfermos de cáncer y con la organización de los mismos enfermos y sus familiares en Comités de reparación integral. Las enfermas, pues son mayoritariamente mujeres, ahora se han convertido en sanadoras y promotoras de salud de las personas y de la naturaleza.
La Clínica impulsó como estrategia para recuperar la autonomía y control de la salud la formación en dos grandes temas:
-para la salud desde los suelos, formó permacultures, hizo cursos en recuperación de semillas, cultivo de polizadores, bosques comestibles, abonos orgánicos, procesamiento de alimentos…
-para la salud de las personas, en biomagnetismo, fitoterapia, tapping, reflexoterapia, dermatología popular con telemedicina, terapia neural y otras terapias.
Esta formación tiene acreditación formal de distintas instituciones de técnicas y de educación superior. Son decenas las terapeutas formadas ( la mayoría de ellas mujeres) en distintas técnicas. Y decenas de permacultores y permacultoras certificados
En la sede de la Clínica tienen las condiciones para aplicar distintas terapias contra el cáncer y otras enfermedades, pero sobre todo tienen el espacio para aprender y discutir los resultados. Cuentan historias de enfermos desahuciados, que sobrepasaron con mucho las expectativas de vida, algunos incluso hablan de remisión total de sus enfermedades. Un milagro dicen, y si son milagros en manos de la gente sencilla que tomó la salud en sus manos, la salud de sus cuerpos, y la de sus fincas.
Las fincas de los enfermos y terapeutas, son fincas en donde se aplican y experimentan alternativas, allí se cura todo, el suelo, la piel, los alimentos, las tristezas, la falta de esperanza. En Ecuador la clínica es un semillero, de semillas que curan.
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